Los campamentos organizados por el tejido asociativo juvenil tratan de favorecer el proceso de autonomía de los sujetos- la juventud-que son, en primera y última instancia, sus protagonistas y los únicos que le pueden llegar a otorgar sentido.
Se participa en un campamento a través de una asociación juvenil porque se quiere, evidentemente. Gratifica en tanto que individuos conscientes, activos y libres, hacen aquello que quieren, porque emocionalmente se sientes más realizados, más llenos de vida, compartiendo una parte importante del tiempo propio en que juntos, tanto podemos aprender. Y en que tanto se aprende, efectivamente.
A diferencia de otros ámbitos, más restrictivos, impositivos y dogmáticos, la participación en campamentos asociativos aspira a considerar la juventud como sujeto fundamental de este mismo proceso, en este caso como fin de un proceso temporal, de proyecto o de curso. ¿ Que mejor vía de promoción que la autoformación, el autoaprendizaje compartido en los campamentos organizados por la propia juventud?
El campamento asociativo es la culminación de un viaje que empieza generalmente en septiembre, cuando las organizaciones se reúnen para planificar el curso y ponen como horizonte el campamento de verano.
Mediante el método del proyecto y aplicando al máximo los criterios de aprendizaje en ciudadanía, autoorganización, crítica diversa, solidaridad, cooperación, creatividad y compromiso, se pone en marcha su propia aventura, su propio viaje a lo largo del invierno.
Sin duda si el curso ha sido ha sido un éxito, el campamento asociativo lo será más. Ya que el campamento asociativo no deja de ser un reflejo de todo el trabajo realizado. La culminación de un viaje.
( Fuente Informativa.- Revista de Estudios de Juventud nº.72)
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