Problemas.-
1.- Falta de Información.
Aparentemente, falta información en todos los niveles de la Industria acerca de la importancia de incorporar prácticas de gestión medioambientales en el proceso de planificación estratégica. En muchos casos, los gestores de la industria no han recibido ni formación sobre el medio ambiente,ni ayuda de ningún tipo y están por tanto mal preparados para abordar las tareas a las que han de enfrentarse. Esto es particularmente cierto en el caso de los mandos intermedios, que son incapaces de transmitir la importancia de las cuestiones medioambientales a personas claves situadas en los niveles inferiores de la organización.
Aunque las decisiones ejecutivas dentro de las empresas se producen oficialmente de arriba hacia abajo, la información y las decisiones improvisadas de los mandos intermedios fluyen de abajo hacia arriba, lo cual exige que quienes están en los niveles inferiores tengan una clara perspectiva de las cuestiones medioambientales.
A pesar de esto, la introducción de la gestión medioambiental en los cursos universitarios y en los programas de formación de las empresas es lenta, y está limitada además por la información de que se dispone, a menudo conflictiva. La complejidad y la dinámica de los temas medioambientales se traduce en la inexistencia, o no disponibilidad, de información fiable, válida y no tendenciosa. Tradicionalmente, el valor de la información depende de su fuente, e incluso si disponemos de la información correcta, las interpretaciones mundiales, regionales y locales pueden conducir a opiniones contradictorias, incongruencias y sobreabundancia de mensajes, con lo que se corre el riesgo de que el directivo estresado adopte de forma inapropiada soluciones simplistas.
También existen algunas falsas percepciones en el sector industrial que pueden dificultar o relantizar el proceso. La gestión medioambiental ha sido percibida de competencia exclusiva de los gobiernos, los científicos medioambientales y profesionales del área, y no como una tarea que competa a los mandos intermedios. Esto no implica que aunque los temas medioambientales no hayan formado parte del proceso de planificación estratégica en el pasado, vaya a seguir siendo así en el futuro. Algunas industrias perciben el medio ambiente como una amenaza y no como una oportunidad.
El cambio hacia una empresa respetuosa con el medio ambiente ha sido visto, y en algunos casos aún se sigue viendo, como una carga, difícil y no rentable. Incluso la moda de los productos verdes propugnada por ciertos consumidores y grupos activistas se ha encontrado con el recelo y ha conducido a algunas empresas a contemplar los temas medioambientales como una fuente de oportunidades de mercado a corto plazo, y no como un compromiso de cambio a largo plazo.
(Fuente Informativa.- Guía de Acción Joven sobre Desarrollo Sostenible).
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