Cuando no se dispone de níngún aparato con declinatoria ni brújula y no se tienen datos topográficos que poder utilizar para orientarse, y sea necesario hacerlo, se recurre a otros procedimientos que sin dar gran precisión, definen la dirección Norte-Sur, pudiéndola relacionar después con alguna del terreno.
Entre los procedimientos expeditos más corrientes se encuentran los astronómicos, que son sencillos de aplicar y no necesitan de conocimientos especiales de astronomía para su utilización.
Los motivos o las circunstancias por las que haya que orientarse pueden ser muy diversas, pero todos ellos se reducen a determinar la dirección de la meridiana del lugar, esto es, la dirección Norte-Sur del terreno. En el caso de disponer de un plano de la zona y desear orientarlo, bastará con trazar en el plano la dirección homóloga de una del terreno, ya orientada, o referida a la N-S conocida.
Una vez conocida la dirección Norte-Sur es fácil determinar los otros dos puntos o direcciones cardinales Este y Oeste.
Utilización del Sol para orientarse: Distintos métodos.
Fundamento.-
De todos los procedimientos astronómicos de orientación los más conocidos y sencillos son los que utilizan el Sol para esta finalidad. Se basan en el movimiento aparente del Sol alrededor de la Tierra y en la regularidad de este movimiento.
No hay que olvidar que la orientación obtenida por estos procedimientos es aproximada y que en algún método se puede mejorar, si interesa, empleando tablas que nos aumentan la precisión.
Orientación por el Sol.-
Aunque es la Tierra la que gira alrededor del Sol, aparentemente es éste el que gira alrededor de la tierra, "saliendo" por el Este, pasando por el Sur al mediodía y "poniéndose" por el Oeste, como nos muestra el dibujo de la imágen. Si se tiene en cuenta que entre la salida y puesta del Sol ( orto y ocaso) transcurren 12 horas y que el astro recorre 180º, se verá que en cada hora el Sol recorre 15º; por lo tanto,sabiendo la hora, será fácil deducir, por el número de grados, donde se encontrará el Sur, y una vez localizado éste, tendremos la dirección N-S, y por consiguiente, habremos conseguido orientarnos, como vemos en el siguiente dibujo.
Cuando se emplee este procedimiento para orientarse, hay que tener presente que el sol no sale ni se pone por el Este y Oeste respectivamente con exactitud, nada más que dos veces al año, en el equinocio de primavera y en el otoño, el resto de los días es aproximado y la duración del trayecto entre el orto y el ocaso no son exactamente 12 horas.
Para obtener mayor precisión en la obtención de la orientación de la línea N-S, sería necesario el empleo de tablas que nos den la correción a introducir en el tiempo, según la época del año.
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