martes, 13 de septiembre de 2011

TOPOGRAFIA.-15.

                ORIENTACIÓN POR LA LUNA.-

                          Por ser periódico el movimiento de la Luna alrededor de la Tierra,nos permite orientar aproximadamente una dirección, teniendo en cuenta las fases lunares.
   Conviene recordar que la fase creciente de la Luna es la que presenta forma de D, esto es, los cuernos a la izquierda, mientras que la fase decreciente tiene forma de C, o lo que es lo mismo, presenta los cuernos a la derecha.
En la figura nº.1, en la que la Luna está en su fase creciente, se ve que a las 18 horas señalará el Sur, a las 24 horas el Oeste y a las 6 horas el Norte; aunque no es visible desde las 24 horas a las 6 horas.
      En la figura nº.2, la Luna es llena y sus posiciones a las 18 h, 24h y 6 horas, señalarán respectivamente el Este, Sur y Oeste.
     Cuando se encuentra en cuarto menguante ( Figura.3, a las 18 horas estará en el Norte, a las 24 horas en el Este y a las 6 horas en el Sur; aunque no es visible desde las 18 horas a las 24 horas.
      Estos datos, tanto las figuras como las horas, están calculados para el comienzo de fase; por lo tanto, para las observaciones que se hagan en días distintos a estos de iniciación, hay que tener en cuenta que la Luna se retrasa diariamente una hora, en su paso por un determinado meridiano.
    Será necesario disponer de un calendario para saber en que día de la fase se encuentra la Luna, a fin de poder deducir el retraso lunar y aplicar el procedimiento.
  Este procedimiento da muy poca aproximación.

Orientación por la Polar.-

            Si por el día el procedimiento astronómico de orientación más usado es el que utiliza el Sol, por la noche es el que emplea a la Estrella Polar, llamada así por su proximidad al polo de la esfera celeste. Si una vez localizada la Polar, se baja una vertical hasta que encuentre al terreno, este punto de encuentro nos marca la dirección Norte, con un error máximo de un grado y medio centesimal.
   La determinación de la Polar es sencilla. Se busca, en primer lugar, la Osa Mayor, constelación muy conocida por su forma de carro, y constituida por 7 estrellas, de las cuales 3 forman la lanza y 4 el carro. Si prolongamos, imaginariamente las dos últimas estrellas, 5 veces su separación, nos encontraremos con la Estrella Polar, que es el extremo de la lanza de otro carro de las mismas características que la Osa Mayor pero situado en sentido inverso y que resulta ser la constelación llamada Osa Menor.
Se podría localizarla Polar por esta última constelación, pero no se hace así por ser sus estrellas de menor magnitud y ser de mayor dificultad su identificación. Una vez identificada la Polar se puede ver que es la de mayor magnitud o brillo de su entorno ( Figura.4).

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